martes, 21 de julio de 2015

Pride, Matthew Warchus





Una de las cosas que más me gustan del cine es las ocasiones en las que me topo con una película como Pride, en la que se juntan una increíble historia real (que probablemente no habría conocido de no ser por el celuloide) con una forma de contarla tan maravillosa; respaldada por un reparto inmejorable y una banda sonora que acompaña perfectamente todas las emociones que transmite.

1984. En Gran Bretaña el Sindicato Nacional de Mineros convoca una huelga general enfrentándose a la entonces Primera Ministra, Margaret Thatcher. Durante una manifestación del Orgullo, Mark Ashton, un joven activista gay decide empezar a recaudar dinero para ayudar a las familias de los trabajadores y termina fundando el grupo LGSM (Lesbians and Gays Support the Miners). Tras el rechazo del dinero por parte del sindicato al conocer su procedencia, los integrantes del grupo deciden entregárselo en mano a los habitantes de un pequeño pueblo minero de Gales.

Es en este escenario en el que arranca de verdad la película; en el encuentro de estas dos comunidades que tan diferentes parecen a simple vista y es aquí donde nos deja su mensaje. No eran años fáciles ni para los gays y lesbianas que sufrían constantes insultos y hasta palizas por parte de una sociedad cargada de prejuicios, incluso en una ciudad tan moderna como Londres, ni para los mineros, en mitad de una de las huelgas más duras de la historia de Gran Bretaña. Precisamente por ello tanto unos como otros entienden lo que es encontrarse en una situación tan delicada, teniendo que luchar por lo que creen justo y sentirse sin el apoyo de nadie. Y de repente reciben ayuda de alguien que nunca hubieran imaginado y la película nos lanza a un torbellino de escenas cargadas de emoción, pero también de risas.

Uno de los puntos que quiero destacar de la película es, sin duda, los personajes y su gran diversidad. En las dos horas que dura se van sucediendo escenas que nos dan pinceladas de las historias individuales de cada uno de ellos, pero dejando el protagonismo a la trama principal, en la que poco a poco se van conociendo entre sí. Así los mejores momentos de la película suceden cuando dejamos de ver por un lado a los mineros y por otro a LGSM y pasan a ser un único grupo unido.

Pride es ante todo una historia sobre encontrar un amigo donde menos lo esperabas, sobre la solidaridad y sobre sorprender y dejarse sorprender y no tener miedo a la hora de forjar tu propio camino. Vedla y la terminaréis con una sonrisa. Y saber que la historia que nos cuenta sucedió de verdad es algo que te reconcilia con el mundo.


"When you're in a battle against an enemy so much bigger, so much stronger than you, to find out you had a friend you never knew existed, well, that's the best feeling in the world."



Tráiler (inglés | español)

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